Trabajar desde casa, estar pendiente de los hijos y sus tareas virtuales del colegio, mantener el orden de la casa y turnarse para llevar a cabo las salidas y compras restringidas; sin duda está complicando la producción de quienes nos toca hacer trabajo remoto, en el contexto de esta “cuarentena”.
Cuando nuestros clientes llegaban a la oficina y nos solicitaban un estudio dentro de su casa, para nosotros era importante saber si este espacio estaba destinado para que los hijos estudien o para quienes trabajaban de forma independiente y requerían de una oficina. La ubicación de este ambiente en cada caso es diferente:
Estudio para los hijos, podría ubicarse en el 2do piso, o incluso en el 3ero. Este espacio requiere que se encuentre alejado del bullicio que podría haber en la sala comedor, producto de una reunión con amigos. Debería tener estantes para libros y quizás con una mesa común, podría resolverse la necesidad de 2 a 4 personas.
Por otro lado, si lo que necesitas es una oficina en casa, pues este ambiente definitivamente es recomendable que se ubique en un 1er piso, muy cerca del recibo de ingreso o en algunos casos; incluso nos han solicitado contar con una puerta independiente, para evitar que la privacidad de la casa sea invadida. Este espacio tiene funciones distintas, seguramente acá se recibirán visitas, pacientes, clientes, proveedores, consultores, etc; por lo que sería ideal contar con una pequeña mesa circular, para reuniones con pocas personas.
Sin duda estas consideraciones van a cambiar, ya que no tenemos la certeza de cómo ni cuándo terminará esta situación; hoy, ambos, hijos y padres requieren de un espacio para estudiar y trabajar respectivamente, al mismo tiempo y bajo el mismo techo.
¿Y qué pasa cuando este ambiente –estudio- no existe en casa? Pues las opciones que habrás considerado son: el dormitorio o la sala, y colocar la laptop sobre las piernas o si eres de los que prefiere una silla y una mesa buscando “algo de comodidad”, optarás por esperar el comedor, y turnártelo con tus hijos, las tareas virtuales y las tres comidas del día. Si este es el caso, realmente el “tiempo libre” se ajusta y tenemos menos tiempo para trabajar.
¿Y qué pasa si el espacio existe, pero no tiene las condiciones adecuadas? El molestoso sol de la tarde calienta el espacio y sin aire acondicionado, significa trabajar, literalmente transpirando. Una situación muy incómoda. En algunas ocasiones, eso podría mitigarse con una mejor distribución u orientación del mobiliario, en tal caso tendríamos que verificar si contamos con los tomacorrientes y cables necesarios.
Quien cuenta con un estudio en casa, bien diseñado, vale decir: bien iluminado -pero sin que el sol incomode- bien amoblado y equipado, con puntos de internet-para tener la señal más cerca- y además con aire acondicionado, pues, en definitiva, tendrá las condiciones para poder ser más productivo, desde casa. En este caso, el tema no será el tiempo, sino más bien la disciplina de respetar una rutina y horario, para compartir con las tareas de la casa.
Muchos de nuestros clientes son empresarios o profesionales independientes, y estamos seguros que después de esta cuarentena, sus requerimientos para con este ambiente serán más específicos y exigentes.
Es probable que a partir de ahora nos soliciten un estudio y una oficina, lo cual significa, que ahora a los arquitectos también nos corresponde ser más creativos cuando diseñemos una casa, cada vez más versátiles, y diseñar espacios más flexibles: quizás diseñar un estudio u oficina, en el que más adelante se adapte un dormitorio de huéspedes, o estar TV, y prever las instalaciones eléctricas para cada una de esas opciones, con funciones distintas. Pues seguramente, luego de un periodo –aún incierto- todo volverá a la normalidad.